domingo, 8 de abril de 2012

TOMÁS escribe EL NIÑO QUE NO PUDO SER GRANJERO

EL NIÑO QUE NO PUDO SER GRANJERO 
Personajes:
Simón: niño protagonista de la granja
    Eliseo: abuelo
 

Autor:
Tomás: alumno de Escuelas para la vida. 

Simón es un niño que vive en una gran ciudad. Su gran ilusión es ser Granjero. Su abuelo Eliseo es agricultor y ganadero, una persona muy robusta, seria y de vez en cuando con un humor de perros. Tiene una bonita Granja de cultivo pero lo que más nos llama la atención es la cantidad de animales que hay. 

¡¡Está es la gran pasión de Simón!!

Al niño le gusta visitar los espacios verdes, símbolo de la primavera, los campos amarillos que anunciaban que estábamos en Verano, los caminos y prados cubiertos de hojas que nos invitaban a la reflexión, a dar largos paseos, al sosiego del otoño y  como no, los blancos  y lluviosos días donde la nieve nos anunciaba el triste y solitario invierno de la Granja. 
Simón es un niño que vive rodeado de comodidades y  de mucha gente, no le falta de nada. Tiene casi de todo, un buen colegio, muchos amigos… Uf!!!!!.  Mucho de todo pero a la vez indiferencia por lo que le rodeaba.


¿Qué es lo que le pasa a Simón?. 
¿Por qué está triste?.
¿Por qué llora en solitario, cuando nadie le ve?


Pronto descubrió que él se sentía diferente cuando iba a la Granja. Empezó a entender que sentía eso, que de vez en cuando, se oía en el colegio. La palabra mágica, ¡FELIZ!. No entendía muy bien el significado de esas cinco letras y  que por mucho que investigaba no le encontraba sentido en su casa. Algo especial ocurría en su vida, algo se transformaba cuando recorría unos cuantos kilómetros y se perdía por una inmensa montaña para llegar a un lugar lleno de vida y de ilusión. 

¡La granja con la que soñaba todos los días y que además era su gran ilusión!.

Cuando se iba a la cama, en sus sueños y haciendo uso de su fantasía, siempre estaba el abuelo rodeado de animales. Se imaginaba al abuelo abriendo los corrales, cogiendo los huevos, limpiando las cuadras, sembrando los campos, se imaginaba  la lluvia haciendo grandes charcos, a las ovejas  pastando por la pradera, pero lo que más veía  eran las estrellas y la gran luna que alumbraba la granja.

El niño  es feliz en su imaginación y cuando está en la ciudad sólo piensa en los animales, en las verdes praderas, en los campos llenos de amapolas, en los girasoles mirando al sol, en los tulipanes adornando el paseo de la ilusión, en las hojas de los árboles  silbando hermosas melodías y poco a poco, allá por el mes de octubre, en el suelo formando una gran alfombra de tonos amarillos, marrones de diferentes tonalidades….Los pájaros marchando buscando el calor, las hojas caen y caen y cambian de color, el día es más corto calentando poco el sol y aparecen las setas y las uvas , ¡Qué ricas son!. Pasamos al invierno cubriendo todo de un manto blanco , un gorro y una bufanda y como no, al gigante muñeco de nieve.

Se imaginaba rosas de alegría, rosas de perdón, rosas de cariño, rosas de generosidad. Se imaginaba a doña primavera con las manos gloriosas haciendo derramar rosas por los amplios caminos de su Ilusión:

¡Ser Granjero de la granja de Eliseo, su abuelo!



Con gran ilusión preparaba sus cosas para pasar todo el verano en la granja. Se llevó una gran sorpresa cuando vio todo más bonito de lo que el abuelo le contaba por teléfono. 

Contempló todo aquel espacio, limpio, bonito, con el susurro de las ramas de los árboles cuando hacía viento, el cantar de los pájaros……Este es mi mundo ideal
Se repetía continuamente:


Simón sabía que no podía ayudar a su abuelo a limpiar y a echar de comer a los animales. Unos días antes se cayó de la bicicleta y se rompió un brazo. Hizo todo lo posible por curarse para que aquella situación pasase lo más rápido posible.  Mientras se recuperaba contemplaba los caballos, los gatos, los perros, las ovejas. Lo que más le impresionaba era ver a las yeguas como comían paja  y sobre todo el ritual que un joven del pueblo hacía para la doma de caballos. Cada vez que veía esto, solo pensaba en ser Granjero. Su abuelo le decía, “ten paciencia que todo llegará”.

Se pasó el largo verano y todo volvió a la rutina, colegio y más colegio. En su mente solo estaba la granja, los animales, los caballos, las gallinas, los cerdos. Hacía todo lo posible por centrarse en sus estudios y de vez en cuando salía al parque a jugar con los amigos. Todo esto estaba bien pero Simón era un niño triste y sin ganas de hacer nada.  Lo que más le asustaba era lo que su padre quería para él. Su padre quería que se preparase bien y que fuese un hombre de estudios en el futuro.  Quería que fuese un buen maestro.

 Un día jugando en el parque con sus amigos le llamó su madre y le dijo: 
¡VEN DE PRISA, QUE NOS VAMOS AL PUEBLO PORQUE EL ABUELO ESTA MUY ENFERMO!

Eliseo tenía todo planificado para el futuro. Quería dejar la granja en manos de Simón. El abuelo tenía claro que el futuro de su nieto era la granja, pero que a la vez había un gran problema y es que el padre no quería que Simón viese a su abuelo. Eliseo sabía que la ilusión del padre es que Simón estudiase para ser un gran Maestro. El abuelo siempre tenía presente estas palabras, que eran la pesadilla de su nieto.
Simón no hacía caso a las sugerencias de su padre, él solo pensaba en la felicidad que los animales le transmitían. Siempre en mente a sus amigos los conejos, los cerdos, las ovejas……..
Curiosamente le venía a la mente las inmensas praderas de girasoles que bordeaban la granja, tenia preferencia por la parcela que tenía un girasol especial. A este le llamo  Eliseo. 
Poco a poco  fue perdiendo la ilusión, su padre no le dejaba ir a la granja.
Pasado un  tiempo, vino la gran decepción:”el niño no podía ser granjero”. El problema estaba en su salud. Le habían diagnosticado una enfermedad de huesos y no daban con el tratamiento adecuado. Esto, le impediría realizar determinadas tareas de la granja. Simón, que no era tonto, empezó a reflexionar y veía muy lejana la posibilidad de poder, algún día, hacerse cargo de la granja de su abuelo. No obstante, él quería luchar para  llegar a cumplir su objetivo y decepcionar a su padre. Esto es lo que le motivaba a seguir luchando por su enfermedad. 
Un día caminando por el campo, pensó la manera de sacar dinero para poder ir al extranjero. Había oído, que en un lugar  determinado del mundo, podría tener solución su problema. Pensó en visitar a su abuelo, sin permiso de sus padres, y entre los dos planear el viaje. Simón creía que su abuelo le podía prestar el dinero para esta nueva etapa de su vida.

Pasó el tiempo y  sus sueños no se hacían realidad. Al ver imposible ser granjero, decidió ser Veterinario. Así, no daría la razón a su padre.

Pasaron los años  y consiguió finalizar sus estudios. Su sueño seguía siendo la granja de su abuelo.  Se instaló en una  pedanía cercana a la granja de Eliseo. Esta era ideal para su salud. El tiempo dirá si era el lugar mas apropiado para su vida.  


ADIVINANZAS DE ANIMALES
(PARA  ANTES DE DORMIR)

¿Quién puedo ser :
Si vuelo y zumbo,
y de la flor
libo la miel?

Vivo en las alturas
Y ahí tengo mi nidal;
Soy la reina de los aires 
Por mi forma de volar.

Abre su paracaídas, y a volar…
Planea entre los árboles sin chocar. 
Es muy difícil de atrapar.

Lento vuela y alto vive, 
Patas largas, largo pico;
Como tina hace su nido.

Sobre tierra y mar 
Me gusta planear; 
Cuando el aire se ilumina,
Volando voy a pescas.

A mi casa digo adiós
Desde el cielo;
Voy en busca de calor
Y cuando hay calor, regreso

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